La gestión económica del gobierno de Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, está bajo la lupa por el brutal incremento del endeudamiento del país.
Según un informe reciente del Instituto Patria Grande (IAG), la deuda pública argentina experimentó un exponencial crecimiento de más de 35.000 millones de dólares en pocos meses, una cifra que enciende las alarmas sobre la sostenibilidad fiscal a mediano y largo plazo.
IAG precisó que, desde diciembre de 2023, el stock de deuda bruta nacional se engrosó en exactamente 35.463 millones de dólares.
Lo preocupante de este número es que, según el propio informe, no incluye el mix de instrumentos a los que el titular del Palacio de Hacienda ha apelado para engrosar las reservas del Banco Central, con el objetivo de cumplir las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esto sugiere que la cifra real del incremento podría ser aún mayor si se consideraran todas las operaciones financieras.
A mayo de 2025, el guarismo total de la deuda ascendió a 461.019 millones de dólares, incluyendo tanto la deuda en moneda extranjera como la emitida en pesos.
Este salto significativo se atribuye principalmente al nuevo programa con el FMI, que impactó drásticamente las proyecciones de pagos futuros. Se estima que este acuerdo adiciona unos 17.000 millones de dólares en pagos proyectados, una cifra considerable si se compara con el acuerdo original de 2022.
El acelerado ritmo de endeudamiento genera inquietud entre analistas económicos y sectores de la oposición. La estrategia de financiamiento del gobierno, centrada en gran medida en la emisión de deuda, plantea interrogantes sobre cómo se afrontarán estos compromisos en un contexto de persistentes desafíos económicos y una economía aún en búsqueda de la estabilización.





































