El Gobierno de la Provincia condenó los hechos vandálicos perpetrados en perjuicio del Tren Solar de la Quebrada, desde el convencimiento de que el deleznable ataque a pedradas no solo atentó contra un bien material que pertenece a todos los jujeños, sino también contra un ícono de esperanza y prosperidad que es fruto del esfuerzo y el sacrificio de un pueblo que le dijo no a la violencia y eligió vivir en paz.
En las últimas horas de este viernes, 26 de julio, cuando las duplas se aproximaban a la estación Maimará, desconocidos atacaron con piedras las formaciones, impactando de manera directa sobre los ventanales y una puerta de acceso que conforman el dispositivo de visión panorámica. Al contar con triple recubrimiento, los cristales solo sufrieron rotura de la capa exterior, razón por la cual no se reportaron daños mayores en el interior ni lesiones entre los pasajeros.
Cabe destacar, que la capacidad operativa del Tren Solar de la Quebrada no resultó afectada, razón por la cual pudo completar el itinerario nocturno oportunamente programado. Este sábado y los próximos días, el servicio también será normal.
En cuanto a los vidrios dañados, tienen características y medidas específicas, por lo tanto se gestionarán los respectivos repuestos en China.
Ante los actos vandálicos acontecidos, se radicó la correspondiente denuncia, por lo que la Fiscalía de turno, otros órganos del fuero judicial y unidades de Policía de la Provincia trabajan en el esclarecimiento de los hechos, a fin de identificar a los autores, tanto materiales, como intelectuales. Para ello, la investigación en sus primeras instancias se basa en el análisis de cámaras de seguridad y otros dispositivos electrónicos dispuestos para la prevención, combinando amplios rastrillajes en la zona.
El espíritu de paz y el principio de no violencia, son fundamentales para el desarrollo y bienestar de Jujuy, por cuanto significan respetar y valorar la diversidad, promover el diálogo y la comprensión y resolver conflictos de manera constructiva, aunque todavía haya quienes se resistan a aceptar este modelo de vida elegido por los jujeños.
Sabemos que la violencia es sinónimo de destrucción de vidas, comunidades y oportunidades, además de perpetuar el odio y el miedo que obstaculizan el progreso. Por eso, en Jujuy impera la paz, fuerza poderosa para transformar la provincia y cambiar vidas, ello en un contexto de edificación colectiva de respeto, tolerancia, justicia, equidad, armonía y prosperidad.