El mes de abril traerá un incremento en las jubilaciones, pensiones y la Asignación Universal por Hijo (AUH), tras el informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a febrero, publicado por el INDEC. Este aumento, del 2,4%, se aplicará sobre los haberes que paga la ANSES, ajustándose a la fórmula de movilidad vigente desde 2024.
A partir de abril de 2025, el haber mínimo será de $285.820,63, mientras que los beneficiarios de pensiones y otras asignaciones también experimentarán aumentos. El reajuste sigue la pauta de los precios y el impacto de la inflación, lo que resulta en un ajuste mensual de las prestaciones.
Además, el Gobierno prepara un bono especial para los jubilados y pensionados que no superen el haber mínimo, con un monto de hasta $70.000, el cual se confirmará en los días previos al inicio de los pagos de abril.
Aumentos Específicos para las Prestaciones de la ANSES
A continuación, se detallan los nuevos montos para las principales prestaciones de la ANSES:
- Jubilación mínima: $285.820,63
- Jubilación máxima: $1.923.302,29
- Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM): $228.656,50
- Pensiones No Contributivas (PNC): $200.074,43
- Prestación Básica Universal (PBU): $130.749,89
En cuanto a las asignaciones, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación Universal por Embarazo (AUE) alcanzarán los $102.693,70. Por su parte, la asignación por hijo dentro del sistema SUAF se ajustará a $51.348,94 para el primer escalón de ingresos.
Fechas de Cobro: ¿Cuándo se Pagan las Prestaciones?
ANSES también publicó el cronograma de pagos para abril. Los jubilados y pensionados que cobren hasta el haber mínimo recibirán su pago entre el 9 y el 23 de abril, según la terminación de su DNI. Para aquellos que superen el haber mínimo, el pago se realizará del 24 al 30 de abril, también en función de la terminación del DNI.
Además, las Pensiones No Contributivas (PNC) se abonarán del 9 al 14 de abril, de acuerdo con las terminaciones del documento.
Este ajuste refleja el esfuerzo del Gobierno para mitigar el impacto de la inflación en los sectores más vulnerables, especialmente en jubilados y personas con asignaciones familiares.