La derogación de la ley de alquileres a fines de 2023 dejó un escenario mixto en el mercado: tres tipos de contratos, cada uno con su propio régimen de ajustes. A partir del 1° de diciembre, se implementarán aumentos en los alquileres con distintos porcentajes de acuerdo con el tipo de contrato.
Los contratos ajustados por el Índice de Contratos de Locación (ICL), vigente antes de la reforma, verán una segunda suba interanual del 208,67% en diciembre, aunque con una desaceleración respecto a noviembre (227,14%). Un alquiler de $200.000 pasará a $617.339 y uno de $400.000, a $1.234.679. Cabe destacar que este índice se modifica diariamente, lo que significa que el aumento varía según la fecha de firma del contrato.
Los contratos firmados entre octubre y diciembre de 2023 bajo la actualización de la ley de alquileres, con ajuste semestral, aplicarán el coeficiente Casa Propia, que marca un 66,97% en diciembre. Un departamento de dos ambientes que costaba $290.000 en diciembre de 2023 alcanzará $757.755 en su segunda actualización.
Por último, los contratos celebrados después de la derogación de la ley se rigen por la libertad contractual, aunque la mayoría de las partes optó por ajustes trimestrales atados al IPC. En diciembre, este índice se incrementará un 10,69%. Un alquiler de $400.000, iniciado en septiembre de 2024, pasará a $442.750.
La inflación y la adaptación a un sistema de ajustes más frecuentes permiten hoy encontrar alquileres publicados a precios inferiores a los contratos ajustados por el ICL. En octubre de 2024, los precios de publicación subieron un 105,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, mientras que el ICL aumentó un 227,14%, lo que demuestra que mantener un contrato con ICL es más costoso que iniciar uno nuevo.





































