Bajo el pretexto de mejorar la seguridad y armonizar criterios en todo el país, la administración Milei implementa una serie de modificaciones en el Sistema de Señalización Vial Uniforme, estableciendo nuevas disposiciones para las señales de tránsito en todo el país.
Los cambios afectan tanto a la tipología, ubicación y diseño de los carteles viales, como así también su interpretación y aplicación.
Las señales son progresivamente reemplazadas, en la medida que se deterioren o lleguen al final de su vida útil.
Asimismo, se busca compatibilizar la normativa argentina con estándares internacionales de seguridad vial, aplicados en otros países de la región.
Las nuevas señales deberán ser adoptadas por todas las provincias y municipios, lo que implica la adecuación progresiva de la infraestructura vial en distintas jurisdicciones.
Los organismos responsables de la señalización deberán garantizar su correcto mantenimiento y ubicación conforme a lo establecido en la Ley Nacional de Tránsito.
El incumplimiento de la nueva normativa constituirá una infracción, lo que habilita sanciones a aquellas jurisdicciones que no implementen los cambios dentro de los plazos establecidos.
En otro orden, se prevé destinar partidas presupuestarias específicas para que las jurisdicciones puedan actualizar la cartelería en zonas de alta circulación y puntos críticos con mayor índice de accidentes.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) realizará campañas de concientización, con miras a informar a los ciudadanos sobre los cambios en la señalización y cómo impactarán en la circulación habitual.





































