La brecha de precios en los combustibles entre la Capital Federal y las provincias, volvió a encender las alarmas entre expendedores y consumidores.
Con el litro de nafta súper de YPF en Buenos Aires a $1.270 a finales de julio, el resto del país veía cómo el mismo producto rondaba los $1.500, profundizando una inequidad que, según los estacioneros del interior, le da la espalda a una visión federal del mercado.
La denuncia no es nueva, pero cobra fuerza ante la falta de respuestas. Los estacioneros del interior redoblan sus gestiones para que el gobierno de Milei y las petroleras avancen hacia un esquema de precios más equitativo.
Sostienen que los costos de producción, transporte y expendio no justifican que los consumidores de las provincias, que en muchos casos tienen menor poder adquisitivo, paguen más caro un bien esencial para la actividad económica y la vida cotidiana.
Más allá de la disparidad en los precios de los surtidores, el sector en el interior enfrenta un panorama de pérdida de competitividad.
El peso de los costos fijos, sumado a una desigualdad estructural, se agrava con la discriminación en las tarifas eléctricas y la falta de acceso a la red de gas natural, factores que minan la rentabilidad de las bocas de expendio.
Ante este escenario, se planteó formalmente la necesidad urgente de unificar los precios de los combustibles líquidos.
La solución, según los actores del sector, no es descabellada: se trata de retomar un sistema que ya se aplicó en otras épocas. En el pasado, YPF balanceaba los precios en función de la distancia y los costos logísticos, permitiendo que la comercialización respondiera a un criterio más justo y sostenido en el tiempo.
Es imprescindible pensar en la comercialización de combustibles desde una mirada más justa. No puede ser que quienes tienen menor poder adquisitivo sean los que más caro pagan la nafta.
La situación resalta la urgencia de repensar la política de combustibles con una perspectiva federal, corrigiendo las distorsiones que castigan a los consumidores y a un sector que resulta clave para el desarrollo regional.