Los salarios registrados en Argentina tocan mínimos históricos bajo la administración de Javier Milei, reflejando un marcado deterioro del poder adquisitivo. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) indican una profundización de la crisis para las familias de menores recursos, mientras que la caída del consumo se acelera, impactando sectores clave de la economía.
El umbral salarial en el país no deja de caer, situándose en niveles sin precedentes desde que el gobierno de Milei asumió el poder.
Las familias más vulnerables son las que más sufren el impacto, ya que sus ingresos disponibles han disminuido un 10% en comparación con noviembre de 2023.
Mientras los hogares con ingresos altos experimentaron una caída del 0.1% mensual, aquellos en la base de la pirámide económica vieron cómo sus ingresos se hundían un 0.5% en términos reales, exacerbando la desigualdad social. Esta situación ha obligado a muchas familias a recurrir a sus ahorros para afrontar el día a día, lo que a su vez ha provocado una notable contracción del consumo.
La situación salarial es particularmente crítica en el sector público, cuyos haberes cayeron un 0.3% en términos reales. Los empleados públicos nacionales lideran esta baja con una disminución del 0.5%, lo que agrava su situación económica.
Este declive se suma a un aumento constante de los gastos esenciales, que crecieron un 2% en términos reales, dicho incremento está impulsado principalmente por rubros como:
Alquileres y expensas: 2.8% de aumento mensual.
Transporte público: 2% de subida mensual.
La combinación de menores ingresos y mayores gastos comprueba un duro golpe a la economía familiar, limitando severamente la capacidad de ahorro y de inversión.
La crisis de ingresos ha tenido un efecto directo en el consumo. En junio, los autoservicios mayoristas registraron una baja del 1.8% mensual y, en términos desestacionalizados, alcanzaron su mínimo histórico desde 2017. Este dato es un claro indicador de la prudencia extrema de los consumidores y de la grave recesión que atraviesa el país.
El panorama económico para los argentinos se presenta desafiante, con un poder adquisitivo a la baja, el aumento de los costos de vida y una contracción generalizada del consumo.