Por primera vez en la historia del país, el pollo se consolidó como la carne más consumida por los argentinos, superando el histórico liderazgo de la carne vacuna.
Así lo reveló el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), destacando un cambio significativo en los hábitos de consumo de los hogares.
Actualmente, el consumo de pollo alcanza los 47 kilogramos por habitante al año. Este incremento se atribuye principalmente a su ventaja económica frente a otras proteínas.
Un kilo de pollo entero se consigue entre $3.000 y $3.600, mientras que tres kilos de pata muslo rondan los $8.500, cifras considerablemente más accesibles que las de la carne vacuna.
Este fenómeno, se inscribe en un contexto donde el poder adquisitivo de los argentinos se ve afectado.
El consumo total de carnes (vacuna, aviar y porcina) se mantiene en unos 115 kilogramos por habitante al año, pero la preferencia se inclina hacia opciones más económicas.
Por otra parte, un crecimiento en la producción avícola dependerá, en gran medida, de un aumento de las exportaciones o de una mejora sustancial en la economía local, ya que el consumo interno no muestra proyecciones de crecimiento en el corto plazo.