Las autoridades sanitarias argentinas emitieron una alerta oficial ante el preocupante aumento de casos de sarampión en el país.
Hasta la fecha, se confirmaron 32 casos distribuidos en cuatro brotes declarados en la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y San Luis. Sin embargo, se estima que la cifra real podría ser significativamente mayor.
La preocupación radica en la gran cantidad de notificaciones en proceso de investigación. De un total de 2.038 casos recibidos este año, 500 se encuentran bajo una investigación epidemiológica especial debido a su complejidad, lo que impide su clasificación inmediata.
Esta situación genera incertidumbre sobre la verdadera magnitud del brote.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y muy peligrosa, siendo su mayor gravedad en menores de 5 años.
La patología, que se propaga rápidamente ya que cada infectado puede contagiar entre 16 y 18 personas, puede causar graves complicaciones respiratorias y en el sistema nervioso central, incluso años después del episodio agudo.
Cabe destacar que, en los casos más severos, el desenlace puede ser fatal.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias instan a la población a reforzar las medidas de prevención basadas en la vacunación. Asimismo, exhortan a consultar a los profesionales de la salud ante cualquier síntoma sospechoso.
Los síntomas de sarampión suelen aparecer de 7 a 14 días después de la exposición al virus.
Los primeros síntomas son similares a los de un resfriado, como fiebre, tos, goteo nasal y ojos enrojecidos.
También pueden aparecer pequeñas manchas blancas dentro de la boca, conocidas como manchas de Koplik.
Después de unos días, aparece una erupción en la piel, que suele comenzar en la cara y luego se propaga al resto del cuerpo.