Se rubricaron 13 acuerdos comerciales bilaterales que patentizan la importancia estratégica que la región le asigna al Corredor Bioceánico de Capricornio.
Se trata de convenios gestados entre Brasil y Chile, países que comienzan a plasmar en hechos la integración que promete la ruta bioceánica.
El corredor es considerado trascendental para la salida de los minerales de Jujuy, Salta y Catamarca, aprovechando los puertos de aguas profundas que permitirían llegar en forma directa y más económica a los mercados chinos.
Por otra parte, Brasil y Chile plantean la necesidad de mejorar las infraestructuras regionales. Entre los proyectos que se analizan en ese sentido, se encuentran las Rutas de Integración Sudamericana, con especial atención al avance del Corredor Bioceánica de Capricornio, que conecta los puertos brasileños de los estados de São Paulo, Paraná y Santa Catarina con los puertos de Iquique, Mejillones y Antofagasta, en Chile. La ejecución y finalización de la infraestructura de esta ruta está prevista para 2026.
Con el corredor bioceánico en proceso de desarrollo y los esfuerzos concentrados en mantener los mercados abiertos, la región apuesta por las asociaciones estratégicas para garantizar crecimiento y estabilidad.