El nivel de desigualdad de los ingresos en Argentina, continúa igual de alto que en el primer trimestre de 2022.
Así lo muestra el coeficiente de Gini difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que se situó en 0,43 puntos. Este indicador lejos está de alcanzar los números correspondientes a décadas como los años ’70, cuando la pobreza no superaba el 5% de la población y el coeficiente era de 0,36 puntos.
A todo esto, la percepción general es que la vida actual es más precaria en comparación con el pasado. Esto llevó a reconsiderar una nueva confección de lo que sería la “pirámide de clases sociales”.
En este marco, cuánto se debe ganar para no ser pobre:
Clase baja, por debajo o hasta $700.000.
Clase baja superior, entre $1.060.000 y $1.750.000.
Clase media baja, entre $1.850.000 y $2.100.000.
Clase media alta, entre $3.200.000 y $4.500.000.
Clase alta, entre $6.000.000 y $9.500.000.
Cabe consignar, que el coeficiente de Gini es una herramienta estadística que mide la desigualdad económica de una sociedad. Se utiliza para medir la distribución de los ingresos, la riqueza o el consumo.