Cada 1 de abril, Argentina conmemora el Día Nacional del Donante de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), conocido como donación de médula ósea, en reconocimiento a quienes, mediante este gesto altruista, salvan vidas. A continuación, te explicamos las claves de este proceso vital para pacientes con enfermedades graves como leucemia o anemia aplásica.
- El Registro Nacional de Donantes: Con más de 314.000 personas inscriptas, el Registro Nacional de CPH facilita la búsqueda de donantes compatibles. En la actualidad, más de 1.800 pacientes en Argentina recibieron trasplantes gracias a este sistema, que conecta a los donantes con la red mundial de la World Marrow Donor Association (WMDA).
- Compatibilidad genética: La donación de médula ósea depende de la compatibilidad genética entre el donante y el receptor, analizada a través del sistema HLA. Esta compatibilidad asegura que las células madre extraídas sean viables para el trasplante, lo que incrementa las probabilidades de éxito.
- Proceso de inscripción: Para registrarse como donante, basta con acudir a un centro de donación de sangre, donde se extrae una muestra de sangre y se realiza un análisis genético. Esta inscripción no está vinculada a un paciente específico, sino que el donante está disponible para cualquier receptor que cumpla con los requisitos de compatibilidad.
- ¿Quién puede ser donante?: Los requisitos básicos para donar incluyen tener entre 18 y 40 años, gozar de buena salud y no tener antecedentes de enfermedades graves. La inscripción es un compromiso a largo plazo, ya que los donantes pueden ser llamados a donar hasta los 60 años.
- Métodos de donación: Existen dos procedimientos principales: la aféresis, en la que se extraen células madre de la sangre, y la punción de médula ósea, que se realiza bajo anestesia. Ambos métodos son seguros y tienen altas tasas de éxito. La aféresis es más común debido a su menor impacto postoperatorio.
- Beneficios para los pacientes: El trasplante de médula ósea es esencial para tratar enfermedades hematológicas graves y trastornos de la sangre. Este tratamiento tiene una tasa de éxito elevada cuando se realiza entre donantes compatibles, lo que subraya la importancia de mantener y expandir los registros nacionales e internacionales.
Cada año, más personas se suman a la iniciativa de registrarse como donantes, ampliando las posibilidades de salvar vidas.