El sostenido incremento de los precios de alimentos que se evidencian en las góndolas, es interpretado como una clara señal de previsión de parte del sector supermercadista, que anticipa una devaluación.
Las mediciones de diferentes consultoras privadas dispararon las alertas en el despacho del superministro Luis Caputo. Las referidas proyecciones anticipan que la inflación de febrero podría ser mayor al 2,2% que registró enero, aún con la cuestionada fórmula de medición que aplica el INDEC.
Por otra parte, el Bank of America (BofA) proyecta una fuerte devaluación del peso argentino, estimando que el dólar alcanzará los $1.400 para finales de 2024.
Para la entidad financiar, la economía argentina enfrenta desafíos estructurales que harían insostenible la actual cotización del dólar oficial cercana a los $900.
Asimismo, considera que el escenario inflacionario y la marcha de la liquidación de exportaciones podrían presionar al alza la cotización del dólar.
El análisis que hace el BofA respecto del escenario económico y financiero de nuestro país, advierte:
Escasez de divisas. La falta de dólares en las reservas podría obligar a una corrección cambiaria.
Inflación persistente. No obstante la desaceleración inflacionaria, los precios aún suben y afectan la competitividad del peso.
Dudas sobre la estabilidad. Analistas internacionales piensan que, sin reformas estructurales, el tipo de cambio necesitaría ajustarse.