De la mano de los indicadores de pobreza, desempleo, inflación y recesión, crece en Argentina el empleo no registrado. Las estadísticas oficiales muestran que de cada trabajo formal nuevo, se creó 1,5 puestos informales.
Los datos que administra el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), reflejan que en los últimos cuatro años la cantidad de trabajadores en negro incrementó en 568.000, lo que representa aproximadamente un tercio más que el formal, que alcanzó los 363.000 en el sector privado.
Uno de los rubros que acusó mayor impacto fue el servicio doméstico. De los 1.673.000 trabajadores, mayoritariamente mujeres, al 71,5% no le realizan aportes previsionales.
Otro sector que se caracteriza por su alta informalidad, es el agrícola. De sus 853.000 trabajadores, 59,2% no está registrado.
Se ubica muy cerca la construcción. El 58,4% de sus 946.000 está en negro.
El comercio, por otra parte, tiene el 42% de sus 2.269.000 trabajadores en la informalidad.
Esta tendencia implica un serio problema para la economía, particularmente para los trabajadores privados de derechos básicos, tales como aportes jubilatorios y seguridad social.





































