La situación descripta es el resultado de la sensible caída de las matriculaciones de autos a batería, a diferencia de los híbridos que acaparan mayor porción de mercado.
Al transitar 2023, algunas marcas comenzaron a trazar y adoptar la decisión de extender plazos establecidos en 2021 y llegar a 2030 con el 100% de la producción de vehículos propulsados eléctricamente. En consecuencia, las metas ahora miran al año 2035.
De acuerdo a reportes de KBA, autoridad alemana de transporte, en ese país los automóviles a batería cayeron un 37%.
En Suecia, segundo país con mayor volumen de ventas de autos eléctricos por habitante la caída de venta es de 15% interanual.
En Suiza, el derrumbe fue más pronunciado, con un 19% entre julio de 2023 y 2024.
Cabe consignar, que algunos gobiernos dejaron de otorgar subvenciones para cambiar autos convencionales por eléctricos.
Además, estos vehículos son aproximadamente un 40% más costosos que uno convencional.
A ello se suma la insuficiente infraestructura de carga en general, lo que lleva a los usuarios al temor de quedarse sin batería.




































