El panorama empresarial nacional no presenta progreso y no se ve un buen futuro al estar estancado con la eliminación de 59.000 empresas en la última década, lo que representa una caída del 9% desde su pico de casi 610.000 unidades productivas.
Este retroceso, es causado por la recurrente serie de recesiones que han golpeado la economía local, borrando del mapa productivo a miles de compañía
Actualmente, la cifra de empresas por cada 1.000 habitantes en el país es la misma que en 1996, ubicándose en 11,9.
El número tiene razones de existir, ya que entre 1998 y 2002, más de 50.000 empresas cerraron sus puertas, marcando un período de profunda crisis.
Más adelante, la recesión de 2018-2019 y la pandemia de COVID-19 se combinaron para eliminar otras 50.000 empresas.
La reciente recesión de 2024, profundizada por Javier Milei, sumó un nuevo golpe, con la desaparición de casi 15.000 unidades productivas.
En este marco, el norte argentino presenta una situación crítica por la baja densidad empresarial en Formosa, con 4,5 empresas cada mil habitantes; Santiago del Estero, con 5,8 empresas cada mil habitantes; y Jujuy, con 6,4 empresas cada mil habitantes.
Este estancamiento del entramado empresarial argentino, no solo implica la pérdida de puestos de trabajo y de capacidad productiva, sino que también limita las posibilidades de innovación y diversificación económica





































