El panorama económico presenta una realidad preocupante, ya que mientras el uso de las tarjetas de crédito para compras de supermercado aumenta, la demanda de bienes básico no se recupera, lo que exhibe el creciente endeudamiento de los hogares para cubrir las necesidades básicas.
De acuerdo al informe de la Universidad de Buenos Aires, entre diciembre del 2023 y mayo del 2025, el porcentaje de compras en supermercados realizadas con tarjeta de crédito se disparó del 39% al 46%.
Este incremento no es aislado, sino que se da en paralelo a una caída significativa en el uso de otros medios de pago. Las tarjetas de débito, que antes representaban el 34% de las transacciones, ahora solo alcanzan el 27%, mientras que el efectivo, tradicionalmente un pilar en las compras cotidianas, se redujo del 20% al 16%.
El cambio de hábitos de consumo, refleja la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos, puesto que las familias se ven obligadas a recurrir al endeudamiento para cubrir gastos esenciales como alimentos, productos de higiene y artículos de primera necesidad.
Lo que antes se pagaba con el dinero disponible, ahora se financia a través de las tarjetas de crédito, postergando el pago y, en muchos casos, generando intereses y un ciclo de deuda.