Se trata de energía geotérmica proveniente de fluidos termales en extremo calientes, que se puede explotar económicamente para generar electricidad.
Jujuy, con el volcán Tuzgle; Neuquén, con los volcanes Copahue y Domuyo; Salta, con la Falla Tocomar y el volcán Socompa; Catamarca, con la caldera Cerro Blanco; y San Juan, con Valle del Cura; son las jurisdicciones en sus montañas tienen potencial geotérmico para generación eléctrica, además de contar con estudios avanzados en diversos grados.
El recurso que tienen estas provincias está constituido por el almacenamiento de energía en el subsuelo, bajo la forma de fluidos calientes, en una cantidad y concentración suficiente para justificar su explotación para la generación de electricidad.
Asimismo, CGA hizo saber que la potencialidad estimada en Argentina de generación de energía eléctrica alcanza aproximadamente los 2.000 Mw, es decir, el equivalente a dos Atucha.
Además, el potencial geotérmico estimado a mediano plazo de los siete proyectos identificados en las cinco provincias es alrededor de 300-400 Mw durante un período de 4 a 5 años, considerando la continuidad de inversiones.
Por otra parte, el aspecto regulatorio del recurso geotérmico se enmarca en la ley minera 24.196 bajo la denominación de “vapores endógenos”.
Desde 2015, la Ley de Energías Renovables 27.191 y la Ley de Energía Distribuida 27.424, incentivan las prospecciones geotérmicas para proyectos de generación de energía eléctrica, como así también condiciones y garantías para la inversión requerida a largo plazo.