En este sentido, también observa que la política de fines de semana largo para fomentar el turismo interno, “no resulta efectiva”.
Es por ello que la institución considera que se debería avanzar en un cambio de la estrategia turística, de manera de “atraer más visitantes extranjeros” y “eliminar feriados puente”.
A tal efecto, propone recortar feriados puente, elevar el posicionamiento de nuestro país como destino turístico, reducir los costos de traslado y ofrecer cuentas financieras.
Por otra parte, consigna que, dadas las condiciones económicas adversas, programar una cantidad elevada de fines de semana largo “puede perjudicar a la actividad turística” y argumenta: “Con 6 opciones de fines de semana largo durante todo el año, parece difícil que una familia tipo pueda viajar, aunque sea un solo fin de semana largo”, por cuanto “debería ahorrar durante todo el año un sueldo entero o más para poder realizar un viaje dentro del país”.
“Esto afectaría, al menos en un principio, a los principales destinos turísticos del país”, puntualiza y subraya que en el actual escenario “la demanda turística se esparce y no se concentra”.
Enérgica fue la reacción de la Federación de Cámaras de Turismo de la República Argentina, que expresó su “sorpresa” por la “mirada sesgada y centralista” del citado informe, entendiendo que no considera que hoteles, bares y restaurantes “generan impactos importantes en empleabilidad”.
Asimismo, señaló que los fines de semana largos son “importantes para las economías regionales”.
También advierte que el reporte “olvida los pueblos de la Quebrada de Humahuaca, de los valles Clachaquíes, de la tierra del mistol, del iberá, de las termas entrerrianas, de la puna, de la costa atlántica y de la comarca andina” que “aportan al crecimiento del país con un turismo que juega un rol cada vez más preponderante”.




































