En medio de una crisis económica que azota al país y al sector de la salud, los cardiólogos intervencionistas lanzaron un comunicado urgente, alertando sobre la condición que enfrenta la atención de pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Los avances médicos permitieron salvar vidas gracias a los stents, esos pequeños tubos de malla metálica que despejan las arterias obstruidas. Sin embargo, estos dispositivos vitales están en peligro debido a factores económicos que amenazan con hacer desaparecer la actividad en el mediano plazo.
El Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas (CACI) declaró la emergencia de la especialidad, advirtiendo que la atención de pacientes que requieren angioplastias o colocación de stents se ve seriamente comprometida. En el comunicado, que consta de 16 puntos, se destaca el aumento exponencial del costo de equipos e insumos médicos, así como la sistemática baja de los honorarios profesionales.
Según el comunicado del CACI, la situación es alarmante debido a la devaluación que disparó los costos de insumos, dejándolos desfasados en relación a lo que pagan obras sociales y prepagas. Además, los honorarios de los profesionales se encuentran por debajo de la inflación, situando a Argentina como uno de los países donde menos se remunera a los médicos por cardiología intervencionista.
El médico Luis Aguinaga, ex presidente de la Federación Argentina de Cardiología, señaló la gravedad del problema, subrayando que la falta de actualización en los honorarios y el costo elevado de los insumos están poniendo en riesgo la misma existencia de la actividad en el país.
Ante esta situación crítica, los cardiólogos intervencionistas hacen un llamado urgente a las autoridades sanitarias y a los responsables del sistema de salud para que tomen medidas inmediatas que permitan garantizar la continuidad de la atención de pacientes cardiovasculares y la supervivencia de la especialidad en Argentina.