La canasta básica de los jubilados ya cuesta $1.200.000 y el haber mínimo, incluido el bono, no alcanza a cubrir ni 30% de los gastos, según reportes de la Defensoría de la Tercera Edad.
El presidente Javier Milei, no se conforma con solo someter a los mayores a un estadio de carencia crónica, sino que profundiza su desprecio, repartiendo palos y gases a granel que es lo único que les sobra en estos días a los jubilados abandonados.
El informe de la Defensoría de la Tercera Edad, incluye gastos de vivienda, como mantenimiento de un inmueble propio, alquiler y la vida de adultos mayores en pensiones.
El rubro medicación incluye una variedad de medicamentos de diferentes patologías, considerando el descuento que se realiza en farmacias según la obra social del jubilado.
Los datos de la Canasta Básica de los Jubilados, ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector.
Una canasta básica de $1.200.523 en un contexto en el que 4.500.000 jubilados cobran una mínima de $279.121,71 más un bono de $70.000.
Los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) cobran $223.297,36 más el bono. El monto de Pensiones No Contributivas, para personas con discapacidad, es de $265.385,19, más el bono de $70.000.
El bono de hasta $ 70.000 se mantiene congelado desde marzo de 2024. Actualizado, debería ser de más del doble, es decir $145.000.
Del monto de $ 1.200.523, los gastos de alimentación insumen $279.834 (23%) y los medicamentos $260.245 (22%).





































