La pobreza infantil en Argentina alcanzó un récord del 67,3% en el primer semestre de 2024, una cifra que, si bien descendió parcialmente en el segundo semestre, sigue superando el 50% en la actualidad.
Así lo reveló un reciente informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), que subraya la persistencia de una profunda desigualdad social en el país.
El estudio destaca que el Norte argentino, particularmente NOA y NEA, continúa siendo la región más castigada por esta problemática.
En este contexto, aglomerados urbanos como Gran Salta, Formosa, La Rioja, Gran Paraná y Gran Resistencia registran tasas de pobreza infantil muy por encima del promedio nacional.
La única excepción en estas regiones es el aglomerado Jujuy-Palpalá, que logra ubicarse por debajo del promedio.
Aunque el índice de pobreza infantil descendió al 52,8% en el segundo semestre de 2024, esta mejora fue parcial y no logró alcanzar a todos los sectores del país.
La pobreza infantil sigue siendo la más alta entre todos los grupos etarios, lo que evidencia una estructura social que no logra garantizar condiciones equitativas para el desarrollo de los más jóvenes.
La persistencia de estas cifras resalta la urgencia de políticas públicas que aborden de manera integral las causas de la pobreza, con un enfoque especial en la niñez.