En este contexto, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), consignó que el primer semestre resultó del promedio de dos momentos distintos: un primer trimestre donde la pobreza llegó al 54,9% y después bajó al 49,8% dejando un promedio del 52%. Los cálculos del ODSA se basan en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de los primeros 3 meses del año.
El informe, apunta que en el primer trimestre el shock inflacionario y recesivo tuvo más impacto y, en un segundo trimestre en donde la recesión se mantuvo, pero la baja, la caída de la inflación y cierta recuperación en los ingresos de todos los sectores trabajadores formales produjo una merma de la pobreza.
En tanto, para la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) el aumento de la pobreza se explica principalmente por la reducción de los ingresos reales, con un salto inflacionario que provocó que cayera mucho el poder adquisitivo de los ingresos de los hogares.