A raíz de la pérdida de turistas extranjeros, en nuestro país la actividad gastronómica experimentó una caída de hasta el 20%. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), informó que en septiembre la baja de turistas fue de 15,9% y, además, por la apreciación cambiaria y el encarecimiento en dólares, comer en Argentina resulta más caro que en los países limítrofes.
En tanto, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) hizo saber que la caída acumulada llegó al 20%, además de advertir que en las playas de Punta del Este no se consiguen hoteles de tres, cuatro o cinco estrellas, ya que están ocupados por argentinos.
Situación similar se observa en Brasil, donde comer puede resultar hasta un 40% más barato que en Argentina.
El pronóstico es claro y contundente: en los destinos turísticos argentinos, faltará gente este verano.
En este escenario complejo, que Jujuy registre “altos niveles de ocupación en cada fin de semana largo”, según el ministro de Cultura y Turismo, Federico Posadas, no parece poca cosa.
En el reciente fin de semana largo, la plaza Jujuy superó las expectativas iniciales, ya que se proyectaba solamente un 60% de ocupación, sin embargo el balance final habla de un 70% de ocupación con picos del 80% en la Quebrada, teniendo en Purmamarca el destino más elegido por los turistas, llegando a una ocupación promedio del 90% y subiendo el pernocte total.
En este sentido, el ministro destacó que “la perla” de la oferta turística jujeña es el Tren Solar de la Quebrada, atracción que “genera una noche más de estadía en la región”, explicó.



































