No obstante el escenario económico desfavorable, Jujuy se consolidó en julio como uno de los destinos turísticos más exitosos del país, alcanzando un impresionante 73% de ocupación hotelera promedio y recibiendo a más de 157 mil turistas.
Este desempeño récord en plena temporada baja subraya el atractivo y la resiliencia del sector turístico jujeño.
La temporada invernal generó un total de 465.688 pernoctes, de los cuales 279.413 se registraron en alojamientos formales y 186.275 en la creciente oferta informal.
El impacto económico directo estimado asciende a $46.151 millones, con un gasto diario promedio por persona de $99.054 y una estadía media de casi tres días.
Una vez más, la Quebrada de Humahuaca se erigió como el principal motor de la temporada, con una ocupación promedio del 80%. Localidades icónicas como Purmamarca (82%), Tilcara (81%), Maimará (79%) y Humahuaca (75%) registraron cifras sobresalientes, confirmando su estatus como imanes turísticos.
San Salvador de Jujuy, también mostró un sobresaliente desempeño con un 71% de ocupación, mientras que la pintoresca San Francisco de Alfarcito alcanzó un destacable 74%.
Otras regiones de la provincia contribuyeron significativamente al éxito general. Los Valles cerraron el mes con un 70% de ocupación, las Yungas con un 67%, y la Puna mostró un claro crecimiento, alcanzando el 48%.
Estos números no solo reflejan la diversidad de atractivos turísticos de Jujuy, sino también el esfuerzo conjunto del sector público y privado para promover la provincia como un destino imperdible en el norte argentino.