La industria manufacturera, sufrió su caída más profunda desde 2002, marcando un derrumbe de 9,4% en 2024, impulsada por el descenso del consumo interno, la paralización de la demanda de insumos para la construcción y los problemas para pagar las importaciones.
Según marca el Índice de Producción Industrial (IPI) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la caída anual fue de 9,4%.
Este descenso se debe a, entre otros factores, la decisión de Milei de devaluar la moneda, lo que provocó un aumento de 25% mensual en la inflación, generando un desplome en los salarios reales.
El deterioro salarial, sumado al ajuste fiscal y apoyado por el recorte en la obra pública, se tradujo en fuertes contracciones interanuales superiores al 15% entre marzo y junio del 2024.





































