La situación del empleo en Argentina presenta un panorama desolador, con un fuerte crecimiento de la desocupación a partir de marzo y una caída sostenida de los salarios.
Los datos, extraídos del informe mensual de la Secretaría de Trabajo, a través del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), revelan una dramática contracción del mercado laboral que golpea duramente el poder adquisitivo de los trabajadores.
En marzo, más de 9.000 personas quedaron sin trabajo, distribuidas en 7.310 despidos del sector privado, 802 en el ámbito público y 870 en casas particulares.
Esta cifra se suma a un alertador registro de más de 7.000 nuevos desocupados en el empleo privado, un sector que históricamente fue el motor de la economía.
Aunque en el sector público la cifra es menor, con poco más de 900 desempleados, la tendencia general es dramática.
La crisis se profundiza con la caída del 4% en los salarios durante los últimos tres meses, lo que pulveriza el poder de compra de quienes aún conservan sus empleos.
Esta reducción salarial, sumada al aumento del desempleo, genera un círculo vicioso de recesión y empobrecimiento.
Desde noviembre de 2023, la destrucción de empleos asalariados registrados acumula 195.674 puestos.
Si bien esta cifra se vio “amortiguada” por la conversión de casi 75.000 inscriptos al monotributo, esto solo evidencia una precarización del mercado laboral, donde muchos ex empleados en relación de dependencia se ven forzados a la informalidad para subsistir.
La creación de más de 5.000 nuevos monotributistas en marzo subraya esta preocupante tendencia.