El aumento sostenido de casos de sífilis genera preocupación en el sistema de salud argentino. Desde 2020, hospitales públicos y laboratorios privados registraron un incremento que triplica las cifras históricas, con adolescentes y adultos de entre 40 y 50 años como los grupos más afectados.
La sífilis es una infección de transmisión sexual que en sus primeras fases suele pasar desapercibida, pero si no se trata, puede avanzar a estadios que comprometen el sistema nervioso y el corazón. También representa un riesgo grave durante el embarazo, ya que puede transmitirse al bebé y generar sífilis congénita.
Especialistas atribuyen este repunte a una menor percepción del riesgo, el bajo uso del preservativo y la ausencia de campañas de prevención. Además, la falta de educación sexual integral en muchos establecimientos escolares profundiza el problema.
Desde la red “Voces por la Prevención” alertaron sobre el crecimiento de casos en adolescentes y neonatos en zonas como Cipolletti y otras ciudades del país. La organización lanzó la campaña “Stop Sífilis”, con el objetivo de visibilizar la problemática y reforzar el uso de métodos de barrera.
El acceso a preservativos gratuitos sigue vigente, pero muchos jóvenes desconocen su correcta utilización. Por eso, los profesionales reclaman mayor presencia estatal en escuelas, medios y redes sociales para revertir una tendencia que podría tener consecuencias sanitarias graves si no se revierte a tiempo.





































