En un contexto de baja actividad y constantes cambios en la política comercial, las pequeñas y medianas empresas industriales encienden las alarmas por el impacto creciente de las importaciones sobre su producción y participación en el mercado interno, de acuerdo a un informe de la Fundación Observatorio PyME (FOP).
El informe arrojó que el 40% de estas empresas consideran que las importaciones representan una amenaza directa, mientras que un 23% reportó perder participación en el mercado local.
Dentro de las amenazadas, el número asciende al 56%, marcando una señal de alerta con respecto a la capacidad de las PyMEs para competirle al mercado exterior.
Los sectores más afectados son la industria textil, cuero y calzado, con el 67% de las empresas bajo amenaza importadora, y la industria metalmecánica con un 54%.
Este proceso generó consecuencias visibles, como la sustitución de producción nacional por importaciones, tanto en insumos como en productos terminados.
El 18% de las PyMEs industriales reemplazó insumos locales por importados durante el 2025, mientras que un 30% espera incrementar ese tipo de compras en 2025.
Esto plantea un riesgo para el tejido productivo y para la sustentabilidad del empleo industrial, puesto que implica una pérdida de valor agregado local.
El futuro de las PyMEs para el 2025 es incierto, debido a las expectativas de mayor ingreso de productos importados, sumadas a la debilidad del mercado interno.