La industria minera argentina se posiciona ante una chance de desarrollo sin precedentes, la cual no puede desaprovechar. Para ello, es imperioso destrabar proyectos y obras de infraestructura con inversiones proyectadas de hasta 33.000 millones de dólares, camino a la década venidera.
Esta visión auspiciosa, se sustenta en el auge del litio y el cobre, esenciales en la transición energética global, aunque enfrenta desafíos significativos en sectores como el oro y la plata, que padecen un declive productivo pese a los altos precios internacionales.
Al respecto, la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) considera que las condiciones legales y económicas para atraer inversiones han mejorado, pero la estabilidad macroeconómica sigue siendo un punto crítico. Las empresas están a la espera de que el gobierno consolide los avances recientes, asegurando un entorno más previsible para la toma de decisiones a largo plazo.
Así planteadas las cosas, la estabilidad macroeconómica y jurídica es fundamental para garantizar que las empresas confíen en el país, mientras que los cambios culturales en las políticas económicas podrían consolidar el atractivo de Argentina como destino minero.
Un tema central para la industria, es la infraestructura. En este sentido, CAEM estima que se necesita un enfoque flexible y disruptivo para garantizar el desarrollo de rutas y autopistas, entendiendo que estas obras no solo facilitarán la actividad minera, sino que también impulsarán el desarrollo regional y nacional, vinculando a las provincias productoras con aquellas que poseen capacidades industriales.
El boom de la minería, simultáneamente, plantea desafíos relacionados con el empleo y los proveedores. Se destaca que la consolidación de la actividad debe ser a nivel nacional para mantener la aceptación social de la minería, una percepción que ha mejorado considerablemente gracias a la relevancia del litio y el cobre en un mundo más limpio. No obstante, si no se integran a todas las regiones del país en este desarrollo, se corre el riesgo de generar indiferencia o rechazo en áreas no beneficiadas directamente.
Respecto al mercado del litio, presenta un momento de ajuste tras una abrupta caída en los precios internacionales. Al tiempo que se espera una recuperación moderada, los costos competitivos de la Argentina permitirán mantener la viabilidad de los proyectos en construcción.
Sin embargo, los planes de ampliación podrían verse postergados hasta que las condiciones mejoren.