En el corazón de Jujuy, entre sus vibrantes calles y los paisajes que susurran historias de antaño, se erige el gran legado cultural de Lola Mora, la pionera escultora argentina, que dejó una huella imborrable en esta provincia con sus obras que desafían al tiempo y continúan inspirando a generaciones.

San Salvador de Jujuy alberga un tesoro cultural invaluable: cuatro esculturas de Lola Mora que adornan los jardines de la Casa de Gobierno. “La Libertad”, “La Justicia”, “El Progreso” y “La Paz”, fueron donadas por el Congreso de la Nación y representan los ideales que Mora creía fundamentales para la sociedad.
Otras obras testimonios del ingenio de Lola Mora, son el “El Trabajo” y “Los Leones”, que se encuentran en el casco céntrico de Jujuy y la plaza de Ciudad de Nieva, respectivamente.
Entre el arte y la rebeldía
Lola Mora fue una mujer adelantada a su tiempo. Nacida en 1866, se convirtió en la primera mujer escultora de Latinoamérica y desafió los cánones de su época con una audacia que resonaba en cada golpe de cincel. Su talento la llevó a estudiar en Italia, donde se sumergió en el neoclasicismo y el romanticismo europeo, dejando obras como “La Fuente de las Nereidas”, ícono en Buenos Aires.
Preservación del legado
Con el paso del tiempo, el vandalismo y las inclemencias del clima amenazaron la integridad de las obras. En 2019, el Gobierno de Jujuy tomó la decisión de crear un espacio para exhibir las seis obras originales, reemplazándolas por réplicas para preservar las auténticas. Este acto no solo protege el arte de Lola Mora, sino que también asegura que su legado continúe siendo una fuente de inspiración y orgullo para el pueblo de Jujuy.
Actualmente, se encuentra en construcción y con un gran avance de obra, el futuro Centro Cultural Lola Mora, el cuál fue diseñado por el renombrado arquitecto César Pelli, convirtiéndose este en el último gran proyecto del destacado profesional.
Este espacio será un santuario del arte que no solo preservará las esculturas de Lola Mora, sino que también interpretará su arte en una obra arquitectónica de vanguardia. Este proyecto es un testimonio del valor que Jujuy otorga a la cultura y a los artistas que han moldeado su identidad.
Queda claro que Lola Mora es más que una escultora; es un símbolo de la tenacidad y la creatividad de una mujer que se adelantó a su tiempo y dejó un legado que trasciende las fronteras de Jujuy. Sus obras son un recordatorio constante de que el arte y la belleza son esenciales para el espíritu humano y que, a través de ellos, podemos alcanzar la libertad, la justicia, el progreso y la paz que tanto anhelamos.






































