La seria dificultad para acceder a productos alimenticios de alto consumo, fue una variable constante en 2024, situación que puso a la canasta básica lejos de los argentinos.
Esto significa que el relato de la estabilidad económica que engrosa el guión libertario sobre la recuperación, no se nota en el día a día de la gente. De hecho, recientes informes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reflejan que los supermercados tuvieron una caída en sus ventas de 11%.
Las panaderías, sufrieron una contracción de más del 30% en sus ventas.
El consumo de leche per cápita es de los más bajos de la historia. Mientras el promedio de los últimos 40 años es 197 litros, el año pasado se posicionó en 171 litros.
El mercado interno de la yerba se precipitó un 10% en comparación con 2023.
En la misma ruta se ubicó la carne, que cerró 2024 con uno de los consumos históricos más bajos.