El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) mostró en mayo una caída del 0,3%, en lo que representa la primera baja del indicador desde 2008 —sin contar la excepción de la pandemia en 2020—. Este dato refuerza la tendencia a la desaceleración inflacionaria que viene registrando el Gobierno en los últimos meses.
Los precios de los productos importados impulsaron el resultado general al registrar una caída del 4,1%, mientras que los productos nacionales se mantuvieron estables. En términos interanuales, el IPIM subió 22,4%, el menor incremento desde diciembre de 2017. En lo que va del año, la variación acumulada alcanzó un 7,4%.
Desde el Ministerio de Economía destacaron el resultado como un dato estructural. El ministro Luis Caputo explicó que, dejando de lado el caso atípico de abril de 2020 —en plena pandemia—, esta se trata de la única baja mensual en la serie estadística iniciada en 2016. Además, compartió un análisis sobre el comportamiento de la base monetaria durante la pandemia, que mostró un incremento abrupto pero transitorio del dinero circulante.
En cuanto al detalle sectorial, algunos rubros mostraron aumentos, como “otros medios de transporte” (3,5%), equipos de radio y televisión (1,5%), y alimentos y bebidas, que siguen teniendo un peso fuerte en la medición general. También subieron el petróleo crudo y gas (0,4%) y los minerales no metalíferos (0,7%).
Por el lado de las bajas, se destacaron productos agropecuarios (-0,9%), pesqueros (-0,7%), y varios manufacturados, como máquinas eléctricas (-2,9%), productos metálicos (-2,2%), equipos médicos (-2%) y productos refinados de petróleo (-1,5%).
El Gobierno considera que los precios mayoristas funcionan como un anticipo de lo que ocurrirá con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), indicador clave para medir el costo de vida. Si la tendencia se mantiene, se consolidaría una fase de desinflación que fortalece el rumbo económico de la actual gestión.