Los programas sociales se derrumbaron un 45,6% interanual, ciclo noviembre 2023 – noviembre 2024, en términos reales. Simultáneamente, la pobreza subió al 52,9% en el primer semestre del año, mientras que la indigencia se duplicó, alcanzando al 18,1% de la población argentina.
Así lo refleja un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que además resalta que la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar perdieron un 14,3% de poder de compra. No obstante, el Ministerio de Capital Humano afirma que quienes perciben ambas prestaciones tienen cubierta la canasta básica alimentaria.
En otro orden, el plan Volver al Trabajo (ex-Potenciar Trabajo) fue uno de lo que más involucionó, ya que el ingreso que perciben sus beneficiarios permanece congelado desde que asumió Javier Milei. En este caso, el poder de compra se desplomó en un 53% real.
También experimentaron una fuerte decadencia las becas Progresar, con -64,2% interanual y la atención médica a los beneficiarios de pensiones no contributivas con -12,4%.
Por otra parte, la OPC advierte que el ajuste en los principales programas sociales se ubica tercero en el ranking de rubros que más contribuyeron a la dura caída del gasto público en lo que va del año.
En este sentido, el que más aportó al ajuste fueron las jubilaciones y pensiones, con una caída interanual del 17,5% en términos reales. El poder de compra promedio de estos once meses registró una caída del 21% año contra año, en tanto los haberes mínimos (con los bonos de $70.000, congelados desde marzo del año pasado) perdieron un 15,7% de poder adquisitivo.