“La deuda externa creció desde los 370.500 millones de dólares que dejó Alberto Fernández a 462.000 millones de dólares al 30/11/24”, detalló.
A ello deben agregarse los cupones atados al PBI, que suman 12.482 millones de dólares, lo que totaliza 475.035 millones de dólares.
El informe puntualiza que esta bomba de dólares está configurada por:
72% del monto corresponde a títulos públicos emitidos por el Tesoro.
17% a acreedores externos oficiales.
9% a Letras del Tesoro.
Adelantos del Banco Central y otros pasivos.
En otro orden, explica este crecimiento exponencial de deuda en dos decisiones:
La medida de retrasar el dólar para utilizarlo como ancla anti inflacionaria. Eso motivó que al convertir los compromisos en moneda estadounidense al tipo de cambio oficial los títulos en pesos sean cada vez más caros en dólares.
Para terminar con la deuda cuasifiscal del Banco Central, el gobierno decidió transferirla al Tesoro, con lo cual el aumento es cada vez mayor ya que las Lecaps capitalizan intereses por $ 2 billones mensuales, y que en el 2025 representarán entre el 2% y el 2.5% del PBI. Esta alternativa llevó la deuda de una ventanilla a la otra.
Mejoró el balance del Banco Central y empeoró la deuda del Tesoro.