El empleo formal se mantiene en estado crítico, marcando una pérdida acumulada de 130.000 puestos de trabajo desde septiembre pasado, tendencia que fue acelerada desde que Javier Milei asumió a la presidencia, destruyendo 95.000 empleos formales durante su gestión, de acuerdo a la Secretaría de Trabajo.
El sector más golpeado por la crisis es la construcción, producto de la paralización de la obra pública, lo que dejó a miles de trabajadores sin fuentes de ingresos, impactando, además, en la economía de innumerables familias.
Asimismo, en marzo, los sectores de la industria manufacturera, el agro y la enseñanza relevaron enormes pérdidas de puestos de trabajo, evidenciando una crisis multifacética que afecta a diversas ramas de la producción.
Este es el quinto mes consecutivo con caída del empleo formal. Entre diciembre de 2023 y abril del 2024 la contracción acumulada fue del 1,9%, reflejando la profundidad de la recesión económica.
Actualmente, más de 2,1 millones de personas trabajan sin gozar de plenos derechos laborales, una cifra que subraya la fragilidad del mercado de trabajo argentino y el desafío que representa para las autoridades revertir esta tendencia.