Con las constantes actualizaciones por inflación de cada 3 meses, sumado a un mayor aumento del stock, a los inquilinos se les hace cada día más difícil pagar los precios de alquileres, ya que durante el 2024 los valores aumentaron un 205%, por lo que sufrieron desalojo económico 1 de cada 4 de ellos.
Según un informe de la Encuesta Nacional Inquilina, muchos locatarios terminan endeudados para hacer frente a los gastos básicos vinculados a la vivienda, producto de los fuertes aumentos del valor del alquiler.
En este marco, el 25% de los encuestados (1 de cada 4 inquilinos) tuvo que mudarse por no poder pagar el alquiler, mientras que un 12% puede afrontar los pagos por vivienda.
En contra parte, un 49,5% asegura que tendrá dificultades para pagar el alquiler y, en tanto, el 38,3% duda de tener lo suficiente para hacerlo.
En consecuencia, el 45% de los inquilinos se vio obligado a reducir gastos en alimentos y el 48,8% cortó gastos en salud.
Con respecto a los aumentos, el 70% de los contratos tienen subas cada 3-4 meses. Por otra parte, el 64% de ellos actualizan el precio atado a la inflación.





































