Nuria Giniger, doctora en Antropología, investigadora de CONICET y dirigente de ATE, lamentó la situación desatada por el libertario, señalando que “tuvimos uno de los episodios dramáticos que venimos viviendo desde comienzo de año” y no dudó en calificar de “tragedia” el despido de 250 investigadores.
“Hay un 40% de reducción en las becas doctorales, esto es un 40% menos de inversión para formar nuevos científicos y científicas y un 40% de reducción sobre las becas postdoctorales de este año”, alertó y recordó que “a esto se suman los 140 despidos de personal administrativo que hubo entre enero y marzo”.
Por otra parte, Pamela Brownell, doctora en Historia, advirtió que el país sufre “una fuga de cerebros” y explicó que “hay muchos investigadores que dijeron que acompañaban el reclamo y que esperaban que se resolviera, pero les salió un trabajo afuera, porque es muy difícil dedicarse a la investigación por fuera del CONICET”.
Amplió sus lamentos, indicando que “todos estamos recalculando qué será de nuestras carreras y de nuestras vidas”.
En tanto, Fernando Mas, licenciado en Administración, licenciado en Comercialización por la UDA, doctor en Ciencias Sociales en la UNCuyo y ahora víctima del brutal ajuste de Milei, dijo que la decisión de no renovar becas “es arbitraria” y que “se corta con la carrera de investigador científico”.