En Argentina, la tecnología llega cada vez más temprano a la vida de los niños. Un estudio de Unicef y Unesco, que analizó a 5.910 jóvenes de entre 9 y 17 años, revela que el 95% de los chicos ya posee un celular con acceso a internet, y la mayoría obtiene su primer dispositivo alrededor de los 9,6 años. Esta tendencia genera una serie de desafíos, tanto para la salud mental como para el desarrollo educativo de los más jóvenes.
El informe muestra que, mientras el 80% de los adolescentes usa redes sociales a diario y el 83% recurre a aplicaciones de mensajería, casi la mitad de los chicos (46%) siente que el tiempo frente a las pantallas afecta su rendimiento escolar. Además, el uso masivo de dispositivos móviles aumenta el riesgo de problemas como la tecnoadicción y la exposición a contenidos inapropiados.
Uno de los aspectos más preocupantes es que el 24% de los adolescentes de 12 a 17 años apuesta dinero en línea, lo que señala la creciente influencia de las plataformas digitales en las decisiones y hábitos de los jóvenes. A la par, la constante conexión a internet también expone a los chicos a contenidos relacionados con estafas, dietas extremas y conductas de riesgo, como la autolesión.
El estudio destaca la importancia del acompañamiento adulto para mitigar estos riesgos. Los chicos que reciben orientación en línea de sus padres o docentes muestran un menor grado de exposición a situaciones peligrosas. Sin embargo, la presencia de adultos disminuye con la edad, lo que agrava la situación.
La exposición temprana a la tecnología plantea la necesidad urgente de un debate sobre cómo manejar el acceso a internet y el uso de dispositivos móviles en los hogares y las escuelas. De acuerdo con los expertos, la mediación activa de los adultos es esencial para proteger a los niños y adolescentes de los peligros que implica esta hiperconexión.