El crecimiento de los pagos digitales y el comercio electrónico en Argentina, traen consigo un preocupante aumento de las estafas digitales, afectando a la mayoría de los usuarios.
Un reciente relevamiento de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, mostró que el 76% de los argentinos fue víctima de al menos una estafa de este tipo.
Las cifras muestran una escalada constante de estos crímenes. En el segundo semestre de 2024, los casos crecieron un 17% en comparación con el mismo período de 2023.
Esta tendencia se aceleró en el inicio de 2025, con un 7% más de incidentes solo en los primeros cuatro meses, superando el total del primer semestre del año anterior.
Argentina, junto a Colombia y México, se posiciona entre los países de la región más afectados por estas prácticas fraudulentas.
La sofisticación de las estafas también evolucionó, con métodos cada vez más dirigidos.
Uno de los fraudes de más rápido crecimiento son las estafas que utilizan celulares robados, que aumentaron un 49% en el primer trimestre de 2025.
Además, la intervención de cuentas mediante el uso de malware se duplicó en lo que va del año, demostrando la capacidad de los ciberdelincuentes para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Ante este panorama, la verificación de identidad en tiempo real se presenta como una de las opciones más efectivas para combatir los fraudes. Sin embargo, la prevención sigue siendo la mejor defensa para los usuarios.
Expertos en seguridad recomiendan tomar las siguientes precauciones:
No responder a mensajes no solicitados, llamados de urgencia o avisos que parezcan sospechosos.
Leer detenidamente los mensajes, prestando atención a errores de ortografía, gramática y detalles poco coherentes que a menudo delatan una estafa.
Verificar las direcciones de los enlaces antes de hacer clic para asegurarse de que no redirijan a sitios falsos.
Consultar siempre los sitios web oficiales de las empresas o instituciones para validar la información recibida.
La alerta está encendida. La digitalización de la economía exige una mayor conciencia y cautela por parte de los usuarios para proteger sus datos y su patrimonio.