Un grupo de madres y padres de Tilcara busca reunirse con autoridades legislativas y del Ministerio de Educación para presentar proyectos que aborden el bullying escolar de forma urgente. La iniciativa surgió tras un caso trágico que involucró a una alumna de la localidad y dejó secuelas graves en otros estudiantes.
Olga Burgos, una de las impulsoras del grupo, relató que su hija padece un trastorno bipolar como consecuencia del acoso sufrido. “Después de la pérdida de Luana, mi hija quedó con un trastorno psiquiátrico y no puede concentrarse en sus tareas escolares”, explicó. Burgos también denunció que su hija fue víctima de agresiones físicas dentro del aula.
La familia identificó los síntomas como dolores físicos, sin sospechar el padecimiento emocional que atravesaba la adolescente. “Cuando la saqué del colegio, me dijo ‘gracias mamá, ahora voy a dejar de sufrir’”, relató conmovida. El relato incluye situaciones de extrema violencia: otro alumno habría intentado asfixiarla dentro del aula.
Las familias denunciaron que el protocolo de actuación de la escuela resultó insuficiente. Aunque se redactaron actas, no se aplicaron medidas contundentes ni se generó un espacio real de contención. Burgos insistió en que el diálogo entre docentes y padres podría haber evitado el desenlace.
El grupo trabaja actualmente con una psicopedagoga que diseñó un proyecto para prevenir situaciones de acoso. Las familias quieren entregarlo personalmente a las autoridades. Su objetivo es claro: garantizar que ningún estudiante vuelva a pasar por una situación similar. “Queremos que nos escuchen. No estamos solos. Esto no puede seguir pasando”, afirmaron.





































