El paro convocado por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) para este martes, 10 de junio, generó un caos operativo en Aerolíneas Argentinas, resultando en la cancelación de 22 vuelos y la reprogramación de otros 28.
La medida afectará a más de 6.000 pasajeros y se estima que provocará pérdidas por 1.100.000 dólares a la aerolínea de bandera.
La decisión de APLA se produce en un momento particularmente delicado para Aerolíneas Argentinas, que recientemente alcanzó, por primera vez desde su estatización, un resultado operativo positivo.
Esta huelga, apenas 20 días después de haberse firmado el último acuerdo paritario, llevó a la empresa a considerar que la medida carece de fundamentos laborales y responde a objetivos políticos de la conducción gremial, más que al interés de los propios afiliados.
El impacto económico de este paro no solo recaerá sobre las finanzas de la empresa, que se sostiene con financiamiento estatal y, por ende, con dinero público, sino que también golpeará directamente a miles de usuarios que verán su semana laboral y personal completamente alterada.
La falta de contemplación por parte del gremio hacia el flujo de pasajeros afectados dio paso a un fuerte y fundado malestar entre los damnificados.
Este nuevo conflicto gremial pone en jaque la incipiente estabilidad financiera de Aerolíneas Argentinas y reaviva el debate sobre el impacto de las medidas de fuerza en un servicio esencial y en una empresa que se esfuerza por mantener su sustentabilidad.