El Ministerio de Ambiente de Jujuy denunció un aumento alarmante de la caza furtiva en la región de la Puna, particularmente de vicuñas, una especie protegida de alto valor ecológico y cultural. La directora de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Malvina Quintana, detalló que la situación se agrava por el interés económico de cazadores ilegales que buscan comercializar su fibra en mercados europeos.
La semana pasada, un operativo en Yavi detectó ejemplares desollados y moribundos, evidencia del accionar de cazadores que cruzan la frontera para cazar sin control. Quintana remarcó que las comunidades originarias realizan chakus legales con fiscalización estatal, y condenó el impacto de la caza ilegal sobre la biodiversidad local.
El Ministerio articula acciones con fuerzas de seguridad, fiscalizadores ambientales y las comunidades andinas. También distribuyó handys y teléfonos para mejorar la respuesta en zonas sin conectividad.
El Gobierno provincial llamó a la población a denunciar cualquier indicio de caza furtiva: “Cada aviso puede marcar la diferencia para salvar una especie”, sostuvo Quintana.