Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe, explicitaron la “necesidad impostergable” de contar con un nuevo marco legal para los biocombustibles en 2025, de manera de proyectar “un futuro de expansión y consolidación de la producción y consumo de bioetanol y biodiésel, entre otros combustibles no fósiles”, entendiendo además que el actual régimen “está agotado”.
En materia de precios, tomando como referencia la evolución anual del etanol, el de maíz registró una suba del 112%, mientras que el de caña trepó al 127%, más de 10 puntos arriba. En contraste, los combustibles tuvieron una suba en surtidor del 213%, un porcentaje sensiblemente superior a los biocombustibles.
La pérdida de los biocombustibles llegó a niveles alarmantes. Los valores son ajustados por la Secretaría de Energía de la Nación, por lo que, al margen del marco legal vigente, están condicionados a la discrecionalidad.
La Liga de Provincias Bioenergéticas (LPB), el Centro Azucarero Argentino (CAA) y la Secretaría de Planificación Energética de Córdoba, esperaban que terminar 2024 con una nueva ley, sin embargo la discusión del proyecto se prolongó más de lo deseado, motivo por el cual el tratamiento parlamentario continuará el año que viene.
Las entidades citadas, procuran trabajar sobre puntos en común, entre ellos el aumento del uso de biocombustibles, con miras a definir un proyecto integrado que tenga un mayor respaldo político y productivo.
La Liga de Provincias Bioenergéticas y el sector privado trabajarán para encontrar un proyecto que pueda integrar las mejores propuestas, priorizando el proyecto ya presentado por la Liga, fruto del consenso entre provincias productoras de biocombustibles y sus sectores productivos.