El brutal proceso de desfinanciamiento de Vialidad Nacional, empujó al organismo hacia un margen de acción alarmantemente limitado.
Durante 2024 los fondos destinados a Vialidad experimentaron un recorte de 58%, ajuste que compromete en extremo su capacidad operativa.
Para 2025, el gobierno de Milei deberá licitar al menos el mantenimiento de 9.342 kilómetros de rutas, equivalentes al 20% de la red vial argentina y por los que circula el 80% del tránsito total del país.
Es intención de la gestión libertaria, reducir la planta de personal del organismo en un 30%, sobre un total de 5.200 trabajadores. Esta proyección, sumada al recorte presupuestario, podría complicar aún más la situación.
Según el Sindicato de Trabajadores de Vialidad (STV), el organismo dejó de percibir $350.000 millones en 2024. Además, los fondos provenientes del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), específicamente asignados a Vialidad, no fueron transferidos por el Ministerio de Economía.
Con esos medios sin destino, se considera que podrían haberse reparado baches en 3.424 kilómetros de rutas y realizado mejoras en banquinas y cortes de pasto en otros 26.250 kilómetros.





































