Un equipo de rescatistas, acompañado por la fiscalía y personal policial, salvó a 24 perros que vivían en condiciones extremas de abandono en una vivienda del barrio 47 Hectáreas, en Alto Comedero. La rescatista Cintia Esprella denunció que los animales sufrían desnutrición severa, enfermedades en la piel y mostraban comportamientos causados por años de maltrato.
“Los perros se comían su popó y bebían su orina. Algunos hasta se atacaban entre ellos. No sabían comer de un plato, tuve que tirarles la comida al piso”, relató Esprella, visiblemente conmovida. Cinco perros murieron, dos en la vivienda y tres días después, uno de ellos por erlichia canis.
El operativo de rescate se concretó el 2 de julio, con la participación de un veterinario de la Policía. Según el testimonio de los vecinos, los gritos de los animales durante sus necesidades físicas delataban el sufrimiento extremo.
La dueña de la vivienda alegó que no contaba con trabajo, razón por la cual no pudo alimentarlos. Esprella cuestionó esa justificación: “Si no podés cuidarlos, dales en adopción. No los condenes a ese infierno”.
Actualmente, 15 de los perros rescatados ya encontraron hogar, mientras que los demás continúan bajo cuidado. Para colaborar o adoptar, se puede llamar al 3885703595.





































