La vitamina B12, también llamada cobalamina, cumple funciones esenciales para el bienestar general del organismo. Su presencia adecuada ayuda a formar glóbulos rojos, proteger el sistema nervioso, combatir la fatiga y reducir el riesgo cardiovascular, según coinciden especialistas en nutrición.
Esta vitamina participa en la síntesis de mielina, sustancia que recubre los nervios y permite la transmisión eficiente de señales. Cuando hay déficit de B12, pueden aparecer síntomas como hormigueos, debilidad muscular, problemas de equilibrio o incluso trastornos cognitivos. Además, favorece la producción de energía al convertir los alimentos en combustible para el cuerpo.
A nivel cardiovascular, su rol es crucial para mantener bajos los niveles de homocisteína, un aminoácido que, si se acumula en exceso, puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Las principales fuentes de B12 se encuentran en alimentos de origen animal, como carnes rojas, hígado, pescados (atún, salmón, sardinas), huevos y lácteos. Las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana estricta deben prestar especial atención a su ingesta, ya que los alimentos vegetales no contienen naturalmente este nutriente. En esos casos, se recomienda el consumo de alimentos fortificados o suplementos dietéticos para evitar deficiencias.